El suelo es uno de los elementos que determina el estilo y el carácter de tu hogar. Si quieres darle un aire renovado a tu salón, cocina o dormitorio, debes conocer qué tipos de pavimentos existen para elegir el que mejor se adapta a nuestras necesidades.
Hace unos años, cambiar el suelo de casa implicaba tener que hacer obras más complicadas y con un desembolso mayor. De hecho, era uno de los trabajos más costosos, ya que además de generar mucha suciedad afectaba a la habitabilidad de la vivienda durante días e, incluso, semanas.
Pero, actualmente y por suerte el sector de las reformas no ha parado de crecer e innovar y, por ello, ofrece soluciones rápidas y económicas que permiten cambiar cualquier pavimento por otro en cuestión de días u horas. La mayoría de ellas se fijan mediante elementos adhesivos o mecánicos, fáciles de colocar y de remover. Incluso, muchas pueden engancharse directamente al suelo.
- Suelo laminado o flotante
Se trata de una de las soluciones más conocidas y empleadas, ya que ofrece un acabado impecable. Se presenta en forma de tablones de distintos tamaños y espesores que, normalmente, imitan la madera. Además, puede colocarse encima de casi cualquier superficie, disponiendo entre ambos sólo una base aislante. Es relativamente fácil y rápido de instalar, y es muy resistente.
- Microcemento
Poner el suelo de microcemento es otra de las soluciones más recomendables si queremos que nuestra vivienda luzca elegante y distinta. De hecho, en los últimos años se ha convertido en el pavimento preferido de muchos, ya que también puede usarse para revestir paredes, lo que aporta continuidad estética. Además es continuo, es decir, no presenta juntas de dilatación ni uniones, por lo que aparece como una sola pieza y, en consecuencia, acumula menos suciedad que la mayoría de pavimentos.
- Utiliza la resina epoxi
Los suelos de resina epoxi están ganando cada vez más adeptos. Y es que de la misma forma que ocurre con el microcemento, se presentan sin juntas, por lo que ofrecen un acabado liso, continuo y perfecto. Además, se trata de un material autonivelante, muy resistente, y relativamente fácil de instalar, aunque nunca puede hacerse sobre madera.
- Suelo de linóleo
El linóleo proviene de materiales naturales, como el lino y la harina de madera, por lo que es ecológico y biodegradable. Además, es muy resistente al paso del tiempo y, por si fuera poco, puede instalarse sobre cualquier superficie. Eso sí, conviene pulirlo, como mínimo, una vez al año para evitar que se deteriore. En el mercado podemos encontrar cientos de acabados, que permiten elegir el que mejor se adapte a nuestros gustos y al estilo del resto de la casa.
- Cerámica en seco
El suelo cerámico es uno de los más antiguos; sin embargo, las nuevas generaciones, que como hemos apuntado, buscan soluciones más rápidas y económicas, han hecho que las empresas del sector hayan desarrollado el suelo cerámico en seco. Está compuesto a base de baldosas cerámicas de distintos tamaños, que se colocan sobre una base de plástico y se unen mediante juntas de unión, para evitar recurrir a materiales adhesivos.
En cualquier caso, debemos recordar que con sólo colocar vinilos o alfombras en el hogar bastará para empezar a cambiar su imagen.
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Fotos: Pinterest.
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